Una cabra fue al juzgado para declarar después de ser violada.

Un hombre de nacionalidad keniata fue condenado a 10 años de cárcel debido a que abusó sexualmente de una cabra, hasta aquí la noticia ya de por si podría estar aquí, pero esto no es todo, y es que la cabra también asistió al juicio donde fue condenado el hombre.

El juzgado de Kenia decidió que la cabra debería estar presente en el proceso contra Katana Kitsao Gana, el hombre que fue acusado de mantener relaciones sexuales con el animal.

La fiscalía fue quien pidió que el animal estuviera presente pero como era de esperar no realizó ninguna declaración concluyente.



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Un hombre ha puesto a su mujer y a su moto a la venta en internet.

Su nombre es Bob White, vive en Virginia con su mujer y su moto, pero dentro de poco será con la una o con la otra, y es que ha puesto a ambas a la venta por Internet.

Su esposa lo puso en una encrucijada cuando le dijo que eligiera entre ella y la moto.

Este hombre le dio una curiosa solución a su problema, puso a la venta en internet a ambas, y piensa quedarse con la que no se venda primero.

El hombre ha dado una descripción de ambas, y una explicación, “Mi esposa me dijo ‘La moto se va o me voy yo’…dejo la elección en ustedes, ambas están en excelentes condiciones, $5.900″.



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Un anciano custodia la estatua de John Lennon.

Cuando se cumplen 33 años del asesinato del icono de la música John Lennon descubrimos que hay quien cuida de él, o por lo menos, de su imagen de bronce de La Habana.

Hace 13 años en La Habana (Cuba) crearon una estatua de bronce en honor del famoso Beatle pero los cazadores de recuerdos no cesaban de robar las icónicas gafas circulares que lo adornaban.

Las autoridades intentaron pegarlas a la estatua para evitar su robo, pero los astutos vándalos acababan rompiéndolas deteriorando aún más la imagen.

Fue entonces cuando Juan González, un trabajador agrario retirado de 95 años que vive justo al otro lado de la calle de la imagen, decidió custodiarla. En los últimos 13 años, cuatro veces a la semana, González llega a las 6 de la mañana y pasa 12 horas con su uniforme de guardia de seguridad vigilando que  nadie perjudique a la estatua.

Cuando llegan turistas, él coloca los espejuelos en la nariz del cantante y espera pacientemente a que tomen fotos. Cuando se van, guarda las gafas cuidadosamente en el bolsillo de su camisa, junto a sus cigarros.

Probablemente González no oyó mucho a los Beatles en su apogeo. En aquella época en Cuba no se oía prácticamente nada de esta música, ya que el gobierno comunista entonces no veía con buenos ojos el rock and roll y sus artistas de pelo largo, además, él ya era un hombre de mediana edad. Ahora, González asegura que ahora es un fan absoluto de The Beatles.

Pese a su edad, este anciano dice que no está preparado para renunciar a su tarea de preservar la memoria de uno de los grandes de la música popular, ni a conocer a personas de todos los rincones del mundo.

“Todos los extranjeros que vienen aquí me toman fotos, hombres y mujeres. Ellos se sientan aquí conmigo y toman fotos. “Así que estoy en todos los países del mundo”, afirma orgulloso.



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